Español
El origen de este apellido lo refieren algunos autores en la siguiente forma: Cuando el Rey Don Alonso II el Casto, hijo de Don Fruela, heredó el reino de Asturias por muerte de Don Silo, casado con doña Adosinda, hermana del citado Don Fruela y tia, por lo tanto, de Don Alonso, tuvo éste a su servicio a un valeroso caballero, que en la lucha contra los moros desalojó a éstos de La Coruña, dominando en Galicia. La batalla en la que el aludido caballero derrotó a los sarracenos libróse en un campo plantado de viñas, cuyo fruto estaba en agraz, y por este motivo tomó el nombre de A. por apellido. Don Francisco Lozano difiere algo de esta versión. Dice que el citado servidor de Don Alonso II el Casto, yendo con este Rey y con otros caballeros, entró en una viña para cortar un racimo de agraz, y que cuando estaba bastante alejado de los que le acompañaban, fué sorprendido por tres moros, que intentaron hacerle prisionero. El cristiano se defendió bravamente de sus enemigos, logrando matar a los tres, y cuando volvió sin lesión alguna al sitio donde se encontraba el Rey, éste, que había presenciado desde lejos la lucha, le recibió con gran contento, diciéndole: "¡Bien comprado fué el agraz!" Frase que sirvió para que desde aquel momento tomase el nombre A. por apellido el valeroso caballero. Sea una u otra la verdadera versión, en lo que se muestran unánimes los tratadistas es en que una de ellas dió motivo a que se apellidase A. el referido hijodalgo. Son sus armas: En oro, dos racimos de agraz, pendientes de un sarmiento, de su color natural. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia A., pues esa era