Español
Desconócese de una manera cierta cuál fue el origen y primitivo solar de este apellido. Sábese únicamente que desde tiempos muy antiguos hubo en Cataluña y Aragón casas solares fundadas por ilustres vástagos del linaje A., y que de esas regiones pasó el apellido en los primeros siglos de la Reconquista española a Vizcaya y a Valencia, extendiéndose después por otros puntos de la nación, y más tarde por Francia y América. Juan A., que procedía de la rama de Vizcaya, marchó desde Bilbao a la conquista de Valencia, en la que se distinguió por sus hechos valerosos. En una ocasión, al pasar con muy poca gente del Puig al Grao, le acometieron cien moros emboscados, y viendo Juan A. y sus escasos hombres que les era imposible retirarse, tomaron la decisión de morir peleando antes de rendirse al cautiverio. Así lo hicieron, con tanta valentía, que no sólo lograron rechazar al enemigo, sino que lo pusieron en fuga, haciéndole veinte prisioneros, que presentaron al rey. Juan A. dejó descendientes en Valencia, y Onofre Esquerdo dice que algunos de ellos se apellidaron después Luna en vez de A.. Los A. de Cataluña fueron gentiles-hombres, y algunos de ellos pertenecieron al Consejo de Barcelona en 1467. Entre las casas solariegas del linaje en Cataluña, fue muy principal la que radicó en Lérida, de la que procedió otra sita en la ciudad de Tortosa, provincia de Tarragona.