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Dicen unos autores que este apellido procede de Inglaterra, y que lo trajeron a España unos caballeros ingleses que vinieron a ayudar a don Enrique de Trastamara contra su hermano don Pedro I "el Cruel". Otros afirman que procede de la Champaña (Francia). Lo cierto es que este apellido aparece en Valencia desde los tiempos de su reconquista, y que en Mallorca radicaba ya una familia de este linaje en principios del siglo XIV, pues consta que en 1319 era religioso de la real y militar Orden de la Merced en aquella ciudad, fray Guillén A. Antonio A., caballero principalísimo, costeó el retablo de la capilla del Corpus Christi de la catedral de Mallorca y la hermosa custodia que tenían los capuchinos. Esta familia A., de Mallorca, acabó con Juan A., que en 1636 estaba casado con Jerónima Alemani. Ambos murieron sin sucesión, dejando herederos de sus bienes a la cofradía de San Pedro y San Bernardo y al convento de Trinitarios. En Cataluña radicó también una familia A. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia A., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento flores está ligada al propio (rosas nombre de la familia y a su probable origen foráneo rosa) (inglés o alemán). Los esmaltes del arma de los A. pregonan los siguientes valores: la Plata corresponde al símbolo de la Luna, pureza, sinceridad, templanza, clemencia y amabilidad son las características espirituales de la familia, a las que hay que añadir otras como el afán de victoria y éxito y la elocuencia.