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Don Fernan Mendez el Bravo, que casó con la infanta Doña Sancha de Portugal, hermana del rey don Alonso Enriquez, fué primer señor de B., y tronco del linaje de este apellido, que fué de los mas esclarecidos y poderosos de Portugal. Emparentó con la casa de Manrique por el casamiento de Don Rodrigo Pérez Manrique, señor de Amusco, con Doña Teresa García de B., biznieta del espresado Don Fernan Mendez el Bravo. Por referencias de historiadores de la época y otras averiguadas por Araldis en los archivos registrales de ciudades y otros privados, podríamos afirmar, pero no asegurar, que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en las fiestas llevadas a cabo en 1219 en los alrededores del monasterio de Huelgas (Burgos), con motivo de las celebraciones por armar caballero a Fernando III, hijo de Alfonso VIII y Doña Leonor de Plantagenet. Todo ello parece coincidir con la memoria familiar de algunos de los miembros de la rama de la familia Braganza. Son sus armas: De azur y cinco crecientes altos de plata con una estrella de oro en cada uno. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia B., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento creciente indica la pelegrinación de la familia a los Santos Lugares de Oriente, cuestión que daba el don de la salud y de la perpetuación del apellido. Los esmaltes del arma de los B. pregonan los siguientes valores: el Azur corresponde al símbolo del agua, de la continuidad de la vida, es un color de nobleza, belleza, castidad y fidelidad, además otras virtudes caracterizaban a la familia, tales como la abundancia económica,