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Este linaje tuvo casas en el Valle de Trucios, del partido judicial de Valmaseda (Vizcaya), y en el lugar de Riaño, del Ayuntamiento de Solórzano y partido judicial de Santoña (Santander). De la casa del Valle de Trucios, sita en el barrio llamado del Perdón, que era infanzona, procedió Francisco Javier de la G. y Nobia, que se apellidó también de la G. y Salcedo, natural de Bilbao. Desempeñó en el Valle de Trucios los mismos cargos que sus antepasados, fué Capitán de Caballos e ingresó en la Orden de Alcántara en 1712. En el expediente de pruebas de nobleza del citado caballero, se dice: Estuvimos en la casa solar de G., del barrio del Perdón, en el Valle de Trucios, que está en alto y es toda de cantería. Sobre la puerta principal hay un escudo y en medio una tarjeta con una torre, al parecer sobre un río. En efecto; la casa del lugar de Riaño, ostenta armas casi iguales: En campo de sinople, unas peñas sobre ondas de agua de azur y plata, sumadas aquéllas de una torre de plata. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia D., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento ondas es la característica de los nobles de la milicia marítima aunque también es representativo del comercio marítimo. Los esmaltes del arma de los D. pregonan los siguientes valores: el Sinople señala las características de la familia a las que fué concedido el escudo de armas que describimos y son tales como el vigor, el afán de victoria y el alto aprecio al honor y a la amistad, además otras características les enriquecieron como la alegría, esperanza, abundancia y caridad, tal