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Joaquín Bover, en su Nobiliario Mallorquin, manifiesta que los F. de Mallorca dimanaron de una nobilísima y rancia familia aragonesa y que fue su tronco y progenitor el caballero Fortuño de Ruesca, "Domicellus Aragónie", que casó en aquella isla, en 1444, con doña Magdalena Mora, hija de Agustín Mora, nieta de Juan Mora y heredera de vastas posesiones de Beniaureda, en Estallens y Mossaptá en Andraix, que tomaron después el nombre de "Son Fortuñy". Es de advertir que a los F. de Mallorca Bover los apellida Fortuñy; pero en las obras de otros autores y en los expedientes de pruebas de nobleza de las Ordenes de Alcántara y San Juan, relativos a ellos, se les apellida F. Ambos apellidos son, pues, uno mismo. También es interesante apuntar que esos caballeros de Mallorca llevaron el apellido compuesto F. de Ruescas o de Ruesca, porque su mencionado progenitor se llamó Fortuño de Ruesca, sin duda por ser originario del lugar de Ruesca, del partido judicial de Daroca, en la provincia de Zaragoza. Y ese apellido compuesto les correspondía a todos los individuos de la citada familia mallorquina, aunque muchos de sus caballeros no lo llevaron. Los F. de Cataluña tuvieron casa solar en Tortosa (Tarragona) y ostentan distintas armas de los de Mallorca. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia F., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales. Los esmaltes del arma de los F. pregonan los siguientes valores: la Plata corresponde al símbolo de la Luna, pureza, sinceridad, templanza, clemencia y amabilidad son las características espirituales de la familia, a las que hay que añadir otras como el afán de victoria y éxito y la elocuencia.