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Antigua casa alvesa, muy importante. Ya en el siglo XIX es conocido Juan Ochoa de L. Señor de la casa de su apellido Eguinoa. Otro Juan de L. vecino de Zalduendo de Álava, en el partido judicial de Vitoria, sostuvo pleito sobre su nobleza en la Real Chancillería de Vallodolid. Fué hijo de Juan López de L. y de doña María López de Albéniz, y nieto de Hernando e L. y de doña Mary López de Zazo. Obtuvo sentencia favorable el 14 de Junio de 1547. Por referencias de historiadores de la época y otras averiguadas por Araldis en los archivos registrales de ciudades y otros privados, podríamos afirmar, pero no asegurar, que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en la repoblación de Pamplona, fines del siglo XII, siendo una de las familias seleccionadas para residir en la ciudad. Todo ello parece coincidir con la memoria familiar de algunos de los miembros de la rama de la familia Lecea. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia L., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento árbol (roble, pino, ciprés) significa que la nobleza de la familia es antigua y va asociada con la benignidad y la perseverancia, virtudes supuestas de sus componentes. Los esmaltes del arma de los L. pregonan los siguientes valores: la Plata corresponde al símbolo de la Luna, pureza, sinceridad, templanza, clemencia y amabilidad son las características espirituales de la familia, a las que hay que añadir otras como el afán de victoria y éxito y la elocuencia.