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Apellido de origen gallego, derivado del Rey godo Egica. Se extendió por toda la Península, probando su nobleza en las Ordenes de Santiago y Carlos III y en la Real Audiencia de Oviedo. Los M. de Canarias descienden de Don Pedro M. Navarro, caballero hijodalgo de la Villa de Fuente de Cantos, en la provincia de Badajoz, hijo de Francisco Navarro, Regidor de Fuente de Cantos y de Isabel M., su mujer. Casó en Icod de Tenerife con Doña Felipa de León, sucesora en la Casa de su padre Don Diego de León, Conquistador de Canaria y Tenerife, que acompañó al Adelantado Don Alonso Fernández de Lugo en su segunda expedición a Tenerife. De dicho enlace hubo ocho hijos, entre ellos Don Francisco M. Navarro de León, que casó en Icod con Doña María de la Guardia, de quienes procedió Don Salvador Luis Navarro de la Guardia y de León, Capitán de Caballos Corazas en Tenerife, fundador de un Mayorazgo en 1683, con su esposa Doña Catalina Pestana. El apellido M. entroncó con los descendientes de Caconaimo, primer Soberano de Daute, por el enlace celebrado entre Don Alonso M. de Lugo Oramas de Saa, con Doña Josefa de Lorenzo Cáceres, que tuvo lugar en Icod el año 1792. De este matrimonio nació Don Alonso M. Fernández de Lugo, que casó en La Orotava con Doña Eladia Xuárez de la Guardia, el año 1824, y tuvo tres hijos: Emilio, Augusto y Alonso M. de la Guardia, todos nacidos en Icod..Con el descubrimiento de Nuevo Mundo, muchos fueron los viajeros que extendieron este noble y antiguo apellido en las Américas, como nos revela el Archivo General de Indias , dónde se registraban todos aquellos que cruzaban, por aquellos tiempos, el Atlántico. Así, don Cristóbal Méndez, natural de Sevilla, soltero,