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Antiguo apellido de la Merindad de Trasmiera y Encartaciones de Vizcaya, con diversas casas en los Valles de Carriedo y de Toranzo (Santander), y en el Valle de Carranza (Vizcaya). Algunos tratadistas, recogiendo una leyenda (que solamente a título de curiosidad reproducimos), dicen que fué su progenitor un caballero romano que vino a España y se estableció en las Montañas de Santander. Añaden que se llamaba Alvar Pérez N. y que casó en el Valle de Carranza con doña Lamberta Guaza. Cierto día, de madrugada, al trasladarse de un punto a otro dicho caballero, le salieron al encuentro seis ladrones que llevaban dos lobos"que arremetían como perros de ayuda". Una ballestero que acompañaba al mencionado Alvar Pérez N., disparó entonces su ballesta, matando a uno de los ladrones y haciendo huir a los otros cinco. Los lobos también huyeron, siendo seguidos hasta la cueva en que se refugiaron por Alvar y el ballestero, los cuales, tras de matar a los dos lobos, se apoderaron de mucho oro que en la cueva había, ofrendándoselo, juntamento con los lobos, al Rey don Ordoño de León, quien admirado de la hazaña y agradecido a tan valiosa ofrenda, armó caballero al repetido Alvar, concediéndosele el escudo de armas que luego trajeron sus descendientes. Una de sus más principales casas fué la que radicó en la villa de Limpias, del partido judicial de Laredo (Santander), con rama muy distinguida en Orán. De esa casa descendió Juan N., natural de Limpias, que pasó a Orán. Otra casa muy antigua. En el lugar de Ranero, del Ayuntamiento de Carranza y partido judicial de Valmaseda (Vizcaya), hubo una casa de este apellido, de la que fué Francisco N., bautizado en Ranero el primero de Abril de 1620, que casó con doña María Palacio, de igual naturaleza, y fueron