Español
En la ciudad de Fueeterrabía (Guipúzcoa), hubo una familia de este apellido, que entroncó con los Landaverde. Domingo de O. y Landaverde fué Sargento Mayor en 1637. Son sus armas: Partido: primero, un árbol y dos jabalíes atravesados al tronco, uno sobre otro. Bordura para este cuartel con sotueres, y segundo, una banda enmedio de seis flores de lis. Desconocemos los esmaltes. Por referencias de historiadores de la época y otras averiguadas por Araldis en los archivos registrales de ciudades y otros privados, podríamos afirmar, pero no asegurar, que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en la campaña del rey Sancho VII, en 1215, formando parte de las tropas que conquistaron varias localidades valencianas y que el papa Honorio III reconoció su propiedad en 1216. Todo ello parece coincidir con la memoria familiar de algunos de los miembros de la rama de la familia Osoro. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia O., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento árbol (roble, pino, ciprés) significa que la nobleza de la familia es antigua y va asociada con la benignidad y la perseverancia, virtudes supuestas de sus componentes. Los esmaltes del arma de los O. pregonan los siguientes valores: