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De este noble apellido Polo, en las historias del reino de Aragón, durante el período de la reconquista de España, aparecen repetidamente mencionados los caballeros de este antiguo y noble linaje. Raymond Polo estableció su casa solar en el lugar de Anento, del partido judicial de Daroca y provincia de Zaragoza, y desempeñó cargos preminentes en la corte aragonesa durante los reinados de don Pedro II y don Jaime I. Sus descendientes más inmediatos, salidos de dicho solar de Anento, ayudaron también eficazmente al último de los citados monarcas en la conquista de la ciudad de Valencia, y en ella fueron premiados en los repartimientos que don Jaime I hizo entre sus más esforzados seguidores. Uno de ellos, llamado Martín Polo, natural de la casa solariega del lugar de Anento, casó con doña Teresa Gombol de Entenza, hija de Berenguer de Entenza, enlazando así la familia Polo, de Anento, con la de los Entenza, ricoshombres de Aragón en los siglos XIII y XIV. Esta rama radicó en Valencia y tuvo sepultura en el convento de San Francisco de los Reyes, de dicha ciudad, que era de franciscanos descalzos, en el camino del Grao. El panteón estaba junto a la reja del altar mayor, a la parte del Evangelio, con el escudo de armas de la familia Polo. En otro lado de España, Navarra, tenemos que Juan, Pedro y Bartolomé Polo, vecinos de Peralta, comparecieron ante la Real Audiencia de Pamplona en 1566 y dijeron que hacía años estaban en posesión de la hidalguía y que en la insaculación de aquella villa extrajeron los teruelos suyos para sacarlos de la Bolsa de hijosdalgo en que estaban. Por sentencia del Consejo se mandó volverlos a la Bolsa de Nobles. El Licenciado Miguel Polo probó