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Quien fuera el principal ascendiente y tronco propagador de este ilustre linaje se ignora por su remota antigüedad, siendo por tanto tradicional e inmemorial la nobleza de sus hijos, los cuales han gozado siempre y en todas partes de la consideración y preeminencias correspondientes a sus lustrosos nacimientos, no siendo la menos esclarecida de sus líneas la que se arraigó y floreció en Auverage. Esta familia está en el Armoral General esto prueba que en otro tiempo se distinguía por su indiscutible valor y nobleza demostrada. También gracias a los documentos transmitidos a lo largo del tiempo de generaciones en generaciones, no fue sino en las viejas cuevas que le fue posible encontrar los primeros grados de esta casa y los contratos de matrimonio o los testamentos que han estado perdidos, no es más que en este precioso registro que uno puede solicitar informaciones. De la nobleza de este nombre fueron testigos todos aquellos que han descrito las familias y su reinado. El orígen de esta casa es bien conocida y esto conlleva a suposiciones que ofrecen la posibilidad de animar las búsquedas de donde extraer informaciones dignas de fé. La distinción familiar representada a que bajo la forma de blasón, sobrevive a través de los siglos gracias a los preciosos testimonios que nos han permititido contar las hazañas y los gestos de esta noble familia. A finales del siglo XIX, fueron muchos los hombres y mujeres que portando el apellido Roquebert de origen frances, cruzaron el Atlántico, huyendo de la crisis, de final de siglo, que acometía a Europa a igual durante el transcurso de la 2da Guerra Mundial. El estudio heráldico familiar nos habla de quienes formaron el origen de la familia Roquebert, pues esa era su función la de manifestar a los demás