Español
Hace ya cerca de ochocientos años que brilla en los anales de nuestra patria el apellido Vargas, y mas de seiscientos que se le ve unido con el honorífico apodo o acuña Machuca, que adquirió el insigne guerrero Diego de Vargas por el admirable denuedo y valentía con que machucaba a los moros en la batalla de Jerez, año 1232. Desde aquellos remotos tiempos, sus descendientes han enaltecido el renombre de su antecesor, brillando en la órdenes militares, señalándose en las batallas con proezas y nobles hazañas y desempeñando con aplauso y acierto importantes cargos y elevadas dignidades, siendo muchos los que hasta en nuestos dias sostienen en Madrid, en Estremadura, en Andalucía y otras partes el esplendor de su esclarecida estirpe, de modo que entre los mas antiguos, robustos, lozanos y frondosos árboles genealógicos de España, ocupa su lugar el de la casa de V. Machucha. Una de sus numerosas ramas se estableció desde muy antiguo en Sevilla, donde sus ilustres hijos han sido siempre tenidos por hijos-dalgo notorios, gozando de todos los honores, preeminencias y distinciones correspondientes a su clase y esclarecida estirpe. En nuestro dias una línea de la casa de V. de Sevilla ha emparentado con la de Santervaz por el casamiento de Don Angel de V. Machuca con Doña Maria del Cármen Santervaz, ambos de ilustre alcurnia. Son sus armas: Partido en pal; el primero de plata y cinco fajas de azur; el segundo cortado, primero jaquelado de plata azur; bordura de gules y ocho aspas de oro; en el segundo un caballero que pelea contra moros; el jefe natural y la punta de azur; sobrepuestas tres fajas de plata, cargada la primera de tres estrellas de oro, y las otras dos de dos del mismo metal, y de este mismo un sol en