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El apellido A. es patronímico; esto es, formado derivado del nombre perteneciente al padre u otro antecesor, y aplicado al hijo u otro descendiente, para denotar en éstos la calidad de tales. Significa, por tanto, "hijo o descendiente de A.", porque es patronímico del nombre A., que viene, según algunos etimologistas, de la voz goda "altfuns", compuesta de "alt", noble y de "funs", guerrero, belicoso. Hay muchos autores que dicen que el nombre A. significaba también, entre los godos, "amado", "favorecido". Otros entienden que tiene su etimología en la voz latina "Alphonsus". Ahora bien; en opinión de ilustres tratadistas, el primer solar del apellido A. tenía origen godo y procedía de Desiderio o Teuderio, sobrino del rey Wamba, que por los años de 672 fundó solar en el valle de Valdivieso, hoy perteneciente a la provincia de Burgos. Son sus armas: En oro, un pino, de sinople, y un perro, de sable, manchado de plata, pasante al pie del tronco. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia A., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales. Los esmaltes del arma de los A. pregonan los siguientes valores: el Oro es el símbolo del Sol, origen de la vida, sus características espirituales corresponden a la fé, clemencia, templanza, caridad y justicia, por otra parte dicho esmalte señala a la familia con la felicidad, el amor, la nobleza y el esplendor, es decir, es el más noble de los metales.