Español
En tiempo del emperador Carlos V y de sus inmediatos sucesores; cuando tan vastos eran los dominios de España; cuando en su rápida, continua y magestuosa carrera, nunca dejaba el sol de alumbrar alguna comarca española; fueron muchas las ilustres familias estrangeras que estendieron sus ramas en nuestra patria, ya contrayendo alianzas de parentesco con españoles que iban a conquistar o gobernar las provincias donde moraban, ya estableciéndose algunos de sus hijos en nuestra Península. De esta y algunas otras causas bien conocidas proviene el encontrarse enlazados con familias de España muchos linages cuyos apellidos revelan claramente su orígen estrangero, como los Andriani, los Armagnac, los Burghesio, los Montmorancy, los Motezuma. Una de estas ilustres familias es la del apellido Becker o B., originaria de Flandes, establecida en España desde fines del siglo XVI o principios del XVII, pues ya en ese tiempo florecian en Sevilla Miguel B. y su hermano Adan B., ocupando un lugar distinguido entre la nobleza de aquella ciudad, en cuya santa iglesia metropolitana estaban, y creemos que se conservan todavia, sus armas en la capilla de Santiago, de la cual fueron fundadores. Sus descendientes continuaron en el goce y posesion de su hidalguía, mereciendo que se les devolviese la blanca de la carne, preemincia propia y peculiar de la nobleza en dicha ciudad, y figurando en la ilustre corporacion de los caballeros llamados veinticuatros, compuesta únicamente de hijos-dalgo. Son sus armas: De azur y un cheuron de oro cargado de cinco estrellas de azur, acompañado de dos hojas de trébol de oro puestas en los cantones superiores del escudo, y en al punta una corona de oro. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia B., pues esa era su función, la de manifestar a los demás