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Don Francisco Lozano manifiesta que este apellido tuvo su solar junto a San Vicente de la Barquera (Santander), y que emparentó con los Gamboas, Torres de Hita y Utandi. Sus ramas se extendieron por Castilla la Vieja. Una radicó en la villa de Dueñas (Palencia). Otra tuvo casa muy principal en Arévalo (Avila), con líneas en Benavente (Zamora) y en Almería. Los fundadores de la casa solar de Arévalo figuraron entre los primeros nobles conquistadores de la ciudad de Arévalo y ejercieron en ella jurisdicción juntamente con los Ronquillos, los Tapia, los Montalvos, los Sedeños y otras familias de buen linaje. Los B. y Ronquillos emparentaron repetidas veces. No se cita en los documentos y obras antiguas que hemos consultado el nombre del fundador y tronco de dicha casa de Arévalo, pero se sabe que a ella pertenecían en la segunda mitad del siglo XV el Licenciado B. y Berdugo y su hermana Inés de B., que casó con Juan Velázquez Ronquillo, tronco de los Ronquillos de Arévalo. También pertenecía a la misma casa de B. en igual época doña Catalina B., doncella noble, en la que tuvo fuera de matrimonio D. Alvaro de Bracamonte, segundo Señor de Peñaranda. El Licenciado B. y Berdugo, anteriormente citado, era vecino de Arévalo por los años de 1460, y casó con doña María de Claramonte, de la que tuvo estos hijos: Teresa B, que contrajo matrimonio con su primo Rodrigo Ronquillo B., llamado comúnmente el Alcalde Ronquillo, Francisco B., que continuará, y el Licenciado Jerónimo B. Otra casa muy antigua. Baltasar B., natural de La Parra, soltero hijo de Alonso Enríquez y de doña Isabel B., emprendió viaje desde Sevilla al Perú para hacerse cargo de la herencia de su tío muerto sin descendencia el 26 septiembre 1577, partió el 14 junio