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Tuvo este linaje casa en la ciudad de Barcelona. Son sus armas: De gules, con una máquina antigua de oro, para arrojar piedras, llamada trabuco, acompañada en los flancos de dos carneros de plata afrontados; en el jefe, de dos piedras de plata, y otras dos, del mismo metal, en la punta. Domenech y Roura llama grúa a esa máquina; pinta de azur el campo del escudo, y sustituye las cuatro piedras con cuatro bezantes de oro. Tuvo este apellido su casa solar en Barcelona. Muchos linajes de este apellido probaron su nobleza en las Órdenes de Santiago, Calatrava, Alcántara, Montesa, (corporaciones nacidas para luchar contra los moros, cooperando a la Reconquista, y asegurar el orden, protegiendo a los peregrinos y desvalidos), Carlos III y San Juan de Jerusalén (es una orden religiosa militar fundada en el siglo XI); numerosas veces en las Reales Chancillería de Valladolid y Granada, en la Real Compañía de Guardias Marinas y en la Real Audiencia de Oviedo. Los de Barcelona traen por armas: De gules, con una máquina antigua de oro, para arrojar piedras, llamada trabuco, acompañada en los flancos de dos carneros de plata afrontados; en el jefe, de dos piedras de plata, y otras dos, del mismo metal, en la punta. Otros traen: En gules,un máquina antigua, de las que servían para arroja piedras, de oro, acompañada de dos carneros de plata, y en cada uno de los cuatro ángulos del escudo, una piedra de plata. Otros: En gules, una cruz, recortada, de oro.