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Entre las mas antiguas e ilustres casas infanzonadas que descienden de las montañas de Asturias se cuenta la de L. de la Vega, la cual tuvo su solar infanzonado en el pueblo de Santillan sobre la ribera del rio Vesaga o Caya y Saya, de donde procedieron lozanos vástagos que formando numerosas ramas se estendieron en Castilla, Toledo, Andalucía y otros puntos, mostrando en todas partes la ufanía y generosidad de su antiguo tronco y orígen. En la genealogía de los duques del Infantado, escrita por el cronista Don Juan Baños de Velasco, se dice que el primer caballero de este apellido, de que hacen mencion las historias, fué Diego Gomez de la Vega, hijo-dalgo de ilustre alcurnia, que se distinguió en la corte del rey Don Alonso IX en la memorable batalla de las Navas, año 1212, el cual tuvo por hijo a Ruiz Diaz de la Vega, y este a Gonzalo Ruiz de la Vega, que se halló, en el año 1255, con el señor de Vizcaya y otros insignes caballeros, en la concordia del rey Don Jaime el Conquistador. El hijo del referido Gonzalo fué el muy ilustre y valeroso señor Don Pedro L. de la Vega, el primero que aparece en la historia con la palabra Laso antepuesta el apellido de la Vega, almirante de Castilla, quien penetró con su ejército por mandado del rey Don Alonso el Sabio en la comarca de Algeciras, donde murió gloriosamente. Su hijo Don García L. de la Vega, adelantado de Castilla, justicia mayor y gran privado del rey Don Alonso, fué muerto en Soria en servicio de dicho monarca. Son sus armas: Flanqueado; el jefe y la punta de sinople, y una faja de gules fileteada de oro; las flancos de este metal, y en letras de azur la