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Tuvo su primitivo solar en el lugar de L. (cuyo nombre tomó), de Ayuntamiento de Cigoitia, y partido de Vitoria, en Álava. Otras casas hubo en el lugar de Apodaca, del mismo Concejo de Cigoitia, y en la anteiglesia de Dima del partido judicial de Durango, en Vizcaya. También hubo de este apellido en las villas de Salinas de Léniz y e Escoriaza (Guipúzcoa). Juan López de L. probó su hidalguía ante la Justicia originaria de Escoriaza, en 1606. Según Miguel de Salazar, otros L. que moraron en la villa de Villarreal de Álava procedían de la casa y torre de Zárate, en Marquina. De la casa del lugar de Apodaca fué Juan de L. y Hurtado de Mendoza, del Consejo de S.M., Oidor de la Real Chancillería de Valladolid y Caballero de la Orden de Santiago, en la que ingresó el 20 de Octubre de 1626. De la casa de las Anteiglesia de Dima procedió Juan de L. y Landazuri, Teniente de Navío y Caballero de la Orden de Santiago, con fecha 9 de Junio de 1786. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia L., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento castillo es la característica del dominio feudal, pertenecientes a familias con memoria anterior al siglo XI, es símbolo de autoridad, gobierno y protección. Los esmaltes del arma de los L. pregonan los siguientes valores: la Plata corresponde al símbolo de la Luna, pureza, sinceridad, templanza, clemencia y amabilidad son las características espirituales de la familia, a las que hay que añadir otras como el afán de victoria y éxito y la elocuencia.