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Nombre propio hebrero compuesto por el pronombre my, "quien" el adverbio ka, "como" y el elemento divino El, "Dios". Su significado es "¿Quién como Dios?" El ángel M. aparece cuatro veces en las Escrituras. Dos veces en el Libro de Daniel, quien lo presenta como uno de los principales "principes" y protector particular del pueblo elegido. La Epistola de San Judas lo llama "arcángel" y describe su lucha con Satanás por la posesión del cuerpo de Moisés. También en el Apocalipsis, se habla del combate de M. y de sus ángeles con el dragón. Entre los judíos, el arcángel disfruta de gran veneración. Muy pronto fue también venerado por los cristianos. En el siglo IV, su culto se hallaba ya definitivamente establecido. En el monte Gargano (en el centro de Italia, próximo a las costas del Adriático), existía una iglesia dedicada a san M. ya en el siglo VI; el 8 de mayo de año 663, cerca de este lugar, en Siponto, los longobardos obtuvieron una victoria naval sobre los sarracenos, atribuída a la protección del arcángel. Un centro de irradiación importante de su culto fue la famosa a abadía normanda del monte de Saint-Michel, fundada en el año 709. De este apellido patronímico hubo una casa en el lugar de Gastiain, del Ayuntamiento de Lana y partido judicial de Estella (Navarra). Tomás M., vecino de la villa de Sesma, y sus hijos Jodé y Tomás M., fueron reconocidos como nobles en 1736, por la Real Audiencia de Pamplona.