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Por referencias de historiadores de la época y otras averiguadas por Araldis en los archivos registrales de ciudades y otros privados, podríamos afirmar, pero no asegurar, que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en las campañas contra los turcos en 1.302 y parecen ser citados en las victorias de Artaki (Octubre de 1.302), Filadelfia (1 de Mayo de 1.303) y Monte Tauro (15 de Agosto de 1.304). Las referencias de esta familia parecen precisarse con más frecuencia desde el siglo XV al XIX en especial los hechos de Flandes, acompañando la comitiva de D. Luis de Requesens al tomar el mando de los Tercios de Flandes y la reordenación de los mismos. Todo ello parece coincidir con la memoria familiar de algunos de los miembros de la rama de la familia Molia. Son sus armas: En sinople, un castillo, de oro, almenado, mazonado de sable y aclarado de azur y saliendo de sus almenas, cinco cañones, de sable, con un guerrero detrás de cada uno de ellos. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia M., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento castillo es la característica del dominio feudal, pertenecientes a familias con memoria anterior al siglo XI, es símbolo de autoridad, gobierno y protección. Los esmaltes del arma de los M. pregonan los siguientes valores: el Sinople señala las características de la familia a las que fué concedido el escudo de armas que describimos y son tales como el vigor, el afán de victoria y el alto aprecio al honor y a la amistad, además otras características les enriquecieron como la alegría, esperanza, abundancia y caridad, tal