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Linaje de Cataluña, con antigua casa solar en la villa de Torelló, del partido judicial de Vic y provincia de Barcelona. Con fechja 29 de octubre de 1667 obtuvo privilegio de caballero José de P., descendiente de dicha casa. Tenía esta familia propia en el altar de San Miguel de la iglesia parroquial de Torelló, y enlazó con otras catalanas muy distinguidas. Tuvo este apellido su casa solar en Cataluña. Muchos linajes de este apellido probaron su nobleza en las Órdenes de Santiago, Calatrava, Alcántara, Montesa, (corporaciones nacidas para luchar contra los moros, cooperando a la Reconquista, y asegurar el orden, protegiendo a los peregrinos y desvalidos), Carlos III y San Juan de Jerusalén (es una orden religiosa militar fundada en el siglo XI); numerosas veces en las Reales Chancillería de Valladolid y Granada, en la Real Compañía de Guardias Marinas y en la Real Audiencia de Oviedo. Los de Cataluña traen por armas: De oro, con un árbol de sinople puesto en una terrasa del mismo color, y una parra frondosa que enlaza sus ramas al tronco del árbol. Otros traen: En plata, un león, de púrpura, con una bandera de sinople, en su mano diestra. Otros: En plata, un león, de púrpura, con una bandera de sinople, en su mano diestra. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia P., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento árbol (roble, pino, ciprés) significa que la nobleza de la familia es antigua y va asociada con la benignidad y la perseverancia, virtudes supuestas de sus componentes. Los esmaltes del arma de los P. pregonan los siguientes valores: el Oro es el símbolo del Sol, origen de la vida, sus