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En Cataluña es donde aparece con mayor antigüedad este apellido, y más concretamente en la provincia de Lérida, en la que hay un lugar llamado P., cuyo nombre debe relacionado con el del linaje. Dicho lugar pertenece al ayuntamiento de Talavera y partido judicial de Cervera. Se encuentran noticias de algunos caballeros catalanes P. que florecieron en la segunda mitad del siglo XIII. En el año de 1295 era comendador de Lérida en la Orden de San Juan, Bernardo P. Pasó el apellido a otras generaciones, y en Andalucía, principalmente, tuvo nobles casas en las ciudades de Sevilla, Escija, Granada y Cádiz. De ellas salieron ilustres militares y marinos. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia P., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales. Los esmaltes del arma de los P. pregonan los siguientes valores: la Plata corresponde al símbolo de la Luna, pureza, sinceridad, templanza, clemencia y amabilidad son las características espirituales de la familia, a las que hay que añadir otras como el afán de victoria y éxito y la elocuencia.