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Apellido catalán antiguo y noble. Aparece en documentos de hace más de ochocientos años en la villa de Sarreal, de la comarca del Montblanc. Obtuvieron los de este linaje privilegio de nobleza en 1631, y los títulos de marqués y conde de Vallcabra en 1702 y 1709, respectivamente. Tuvo casa solar en Barcelona y Tarragona. José de P., del Consejo de Su Majestad y asesor de la bailía general de Cataluña, casó con doña María Oller, y procrearon a Pedro de P. Oller, que se unió en matrimonio con doña Eulalia Olzina Riusech, naciendo de este enlace María Luisa de P. Olzina, bautizada en la catedral de Barcelona el 26 de agosto de 1679 y señora de la Orden de San Juan, en el Gran Priorato de Cataluña. La jefatura de esta familia la ostenta en la actualidad el marqués de Capmany. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia P., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento torre significa que la nobleza es sólida y antigua, pues solamente los muy ricos podían costearse su construcción. Los esmaltes del arma de los P. pregonan los siguientes valores: el Azur corresponde al símbolo del agua, de la continuidad de la vida, es un color de nobleza, belleza, castidad y fidelidad, además otras virtudes caracterizaban a la familia, tales como la abundancia económica, la perseverancia, la suerte, la fama y el afán de victoria.