Español
Este apellido tomó su nombre de la plata llamada en Valencia "sisca". Se escribió durante mucho tiempo S. y su modificación en C. es moderna. Tosos los ascendientes de esta noble casa, hasta el siglo XVIII, se apellidaron S., y el sabio don Gregorio Mayans, cuya madre pertenecía a esta familia, se firmó siempre del mismo modo. El primero que lo castellanizó fue don Gaspar C. y Pascual. Su hijo, don Pedro C. y Fernández de Mesa, continuó firmando como su padre, y sus títulos de licenciado y doctor en leyes, que obtuvo en la universidad de Gandía, fueron expedidos con la modificación de C. También sus hijos y sucesores no procuraron restablecer la pronunciación y escritura antigua, sino que siguieron manteniendo la modificación hecha en su apellido por los dos antecesores suyos. Los castellanos, cuando pronuncian C., suelen acentuar la vocal primera, lo que es contrario a su pronunciación gramatical, porque la verdadera pronunciación valenciana es acentuar la última, sin que por eso se ponga el signo ortográfico de acento. Rama troncal. La filiación directa de esta casa comienza en Juan S., que nació en Orta (pueblo de la jurisdicción de Tortosa) en el primer tercio del siglo XV y parteneció al brazo noble o militar. Casó con doña Juaneta y ambos se establecieron en Oliva (Valencia), siendo los fundadores de extensa e ilustre familia. De ese matrimonio fue hijo Antonio S., nacido en Oliva el año de 1475.