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En una rigurosa investigación en el Archivo General de la Compañía de Indias de Sevilla, extraemos que Sebastian T., natural de Barraja, soltero, hijo de Alonso Sánchez y de Elvira del Castillo, emprendió viaje a Filipinas el 22 noviembre 1578 sin más fortuna que 20 reales de plata y 1 de oro; una vez en su destino, participó en la política y ocupó el cargo de Escribano y luego el de Capitán de guardia, acumuló una gran fortuna y regresó a España dos años despues, dejando una saga de (6) hijos a los que reconoció y dotó antes de su regreso. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia T., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento cadena , si es el motivo principal, indica la protección de Dios de esta familia, su fortaleza y vigor, generalmente significa cautiverio sufrido por la defensa del Rey o de la Patria. Los esmaltes del arma de los T. pregonan los siguientes valores: la Plata corresponde al símbolo de la Luna, pureza, sinceridad, templanza, clemencia y amabilidad son las características espirituales de la familia, a las que hay que añadir otras como el afán de victoria y éxito y la elocuencia.