Español
En la memorable batalla de Fraga, año 1134, murió peleando gloriosamente el rey Don Alonso I de Aragón y VII de Castilla sin dejar sucesion. Y por testamento otorgado algunos años antes, despues de distribuir muchas villas y castillos a varias iglesias y monasterios, decalraba por sucesores y herederos de sus reinos y señoríos al Santo Sepulcro y al hospital de pobres de Jerusalen. Estas disposiciones, si bien muy laudables y hechas por el piadosos rey con el santo fin de asegurar la paz y felicidad de sus amados y fieles vasallos, parecieron a estos poco a propósito para llenar tan sagrado objeto, pues con ellas quedaban en realidad sin monarca, espuestos a todos los azotes y calamidades que afligen a los pueblos cuando el poder supremo no éstá concentrado en manos de un príncipe soberano que ponga coto á las intrigas y locas pretensiones de los hombres turbulentos y ambiciosos, y así trataron de elegir rey que en paz y justicia los gobernase. Don Ramiro, hermano del mismo Don Alonso, Don Pedro de Atares, poderoso rico-hombre descendiente de la casa real, y el rey de Castilla y León Don Alonso VIII, fueron los tres candidatos hácia quienes con mas o menos razon dirigieron sus miras los nobles aragoneses. Pero Don Ramiro era ya monge profeso en el monasterio de San Ponce de Tomeras; y al rey de Castilla le miraban con cierta prevencion y desconfianza, temiendo que los tratase con menos cariño y benevolencia que á los castellanos, gallegos y leoneses. Son sus armas: Escudo partido; el primero de plata y tres tizones encendidos, el del medio algo mayor; el segundo de oro y cinco bandas de gules. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia T., pues esa era