Español
Apellido castellano, que tiene por tronco al Conde Per Illán, que vivió en la primera mitad del siglo XIII y era de la Casa de los Emperadores de Grecia; su nieto, Esteban Illán, fue el primero que se llamó de T. por haber arrancado esta ciudad a los moros, entregándosela al Rey Don Alfonso "el Noble". Don Juan II dió el Señorío de la villa de Alba de Tormes a Don Gutierre de T., Arzobispo de T., concediendo a su sobrino don Hernán Álvarez de T., Señor de Valdecorneja, en 1439, el título de Conde de Alba de Tormes, dignidad elevada a Ducado por Don Enrique IV, en 1465, en favor de su hijo Don García Álvarez de T., Marqués de Coria. Este linaje enlazó posteriormente con los Duques de Berwick y de Liria, con los Condes de Lemos, con los Condes-Duques de Olivares, Marqueses del Carpio, Condes de Monterrey, etc. Según se desprende de la crónica de Juan Núñez de la Peña, los del apellido T. descienden de los Conquistadores, habiendo quedado en la isla de El Hierro una rama, que ocupó los primeros puestos de honor y los primeros empleos en la Milicia. Fundó esta familia en el Hierro, García de T., que casó con Doña Inés de Meneses. La hija de éstos, Doña Ana de T., testó en Valverde el 14 de agosto de 1582, ante Fernández de Morales. Fue mujer de Alonso de Mérida, natural de Castilla y ambos suegros de Don Nicolás Peraza de Ayala. García de T. era de ilustre linaje castellano. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia A., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales. Los esmaltes del arma de los A. pregonan los siguientes valores: