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Manuel A. del Campo, vecino de Arrabal de santa Ana (León), ganó provisión de hidalguía en la Real Chancillería de Valladolid en 1734. Francisco Antonio y Miguel Antonio A. Camino Caso, originarios de Cues, figuraron en 1801 entre los caballeros hijosdalgo recibidos en el Estado noble de Madrid y que entraron en suertes, ejerciendo los cargos del Ayuntamiento. Ambos ganaron provisión de nobleza en Valladolid. Rafael de A. y Cantora Camino y A., Capitán graduado y Ayudante mayor del regimiento de Dragones, ingresó el 23 de Febrero de 1817, como caballero del Estado noble, en el Real Cuerpo Colegiado de hijosdalgo de la Nobleza de Madrid. También ganó provisión de nobleza en Valladolid. Son sus armas: En gules, un ciervo de oro, con la cabeza vuelta hacia atrás, andante sobre un trigal de sinople, y un águila volante, también de oro, que clava sus garras en las ancas del ciervo y le pica en el lomo. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia A., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento ciervo es el símbolo de prontitud, de ligereza, de temor, y de recelo, no habiendo animal que le iguale en uno y otro. Los esmaltes del arma de los A. pregonan los siguientes valores: el Gules es el símbolo de la fuerza, del poder, del amor ferviente a Dios y al prójimo, tal es el significado de este esmalte, a lo que habría que añadir el afán de dominio, el coraje, la audacia, la fortaleza y la magnanimidad, un alto porcentaje de este tipo de escudos familiares se dieron por actos de guerra.