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Son varias y distintas las casas solares de este apellido de las que se tiene noticia. Una radicó en las montañas de Santander (que algunos antiguos cronistas llaman montañas de Burgos), y D. Francisco Lozano manifiesta que esa casa estuvo sita junto a la villa de Laredo. Del citado solar montañés debieron proceder los C., de la ciudad de Baeza, puesto que usaron las armas de aquél. Florecían ya los C. de Baeza en 1435, pues dice Argote de Molina que por los libros del Cabildo de la mencionada población consta que en dicho año murió en una entrada en tierra de moros Pero Fernández de la C., Regidor de B. y hermano de Fernán González de la C., Comendador de Santiago, de quien se hace memoria en la historia de esa Orden, capítulo XLIII. También cita Argote de Molina a Gómez de la Cámara, que fué enterrado en la capilla de San Juan Bautista, de la Catedral de Toledo, y en cuya sepultura se veía su escudo de armas, que era el mismo que traía el solar junto a Laredo y la rama de Baeza. Hita dice que otro solar del apellido C. radicó en el Valle de Ayala, del partido judicial de Amurrio (Álava). Sus ramas se extendieron por las provincias de Burgos, Logroño, Valladolid y Guadalajara. Diego de la C. y Juan de la C., vecinos de la villa de Arciniega, del citado partido judicial de Amurrio (Álava), probaron su hidalguía ante la Real Chancillería de Valladolid en 1576. Domingo, Diego, Juan, Martín, Matías y Pedro de la C. y Tejada pertenecieron a la línea que se estableció en la Rioja. Otra casa muy antigua. Pedro de Torres de la C. natural de Sevilla, soltero hijo de Francisco de Torres de la C., y de Ana de