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El origen de la heráldica se pierde en la noche de los tiempos, en la época en que los guerreros se protegían del mal y demostraban su agresividad decorando sus escudos con símbolos y marcas protectores. Más adelante, la verdadera Heráldica surgió, en la época de las cruzadas, en la que los caballeros lucían sus escudos de armas como medio para identificarse en la batalla, convirtiéndose estos posteriormente en emblemas de nobleza. La Heráldica se originó pues en los círculos de la más alta nobleza, propagándose posteriormente a otras capas de la sociedad. La concesión del escudo de armas se realizaba pues a un determinado individuo con el derecho a perpetuarlo en su linaje. Quien fuera el principal ancestro y tronco propagador de este ilustre linaje se ignora por su remota antigüedad, siendo tradicional e inmemorial la nobleza de sus hijos, los cuales han gozado siempre y en todas partes de la consideración y preeminencia correspondientes a sus lustrosos nacimientos, no siendo la más esclarecida de sus líneas la que se arraigó y floreció en Navarra. Hay en España distintas casas Coco. Desde muy remotos siglos fue conocida y muy considerada. Los historiadores hacen notar acertadamente que no todos los linajes de este apellido tienen un origen común. Una rama de esta familia asentó sus raíces en Castilla. Las armas más antiguas son las señaladas en la parte baja de este pergamino según Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica de Cadenas y Vicent Instituto Salazar y Castro. Los de Castilla traen: En oro, una cruz de sable. Otros traen: De azur, con una banda de oro, engolada en cabezas de dragones del mismo metal. Bordura de oro, con ocho panelas de sable. Con el descubrimiento del Nuevo Mundo, muchos fueron los hombres y mujeres que cruzaron el Atlántico