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Apellido de origen irlandés. Procede del Condado de Queen, provincia de Leinster en Irlanda. Fue su progenitor Guillermo C., Señor de Lisbigny, que casó con Elena Macer y tuvo tres hijos: Guillermo, Tomás y Catalina. Don Tomás C. y Macer, nació en Dublín el año 1719 y se estableció en La Palma, siendo elegido Regidor de su Cabildo en 1773. Contrajo matrimonio en Santa Cruz de la Palma con Doña Margarita Hernández de Mendoza, con la que tuvo ocho hijos. Sigue la línea Don Guillermo C. y Mendoza, abogado de los Reales Concejos y Alcade Mayor de La Orotava en 1784. Nació en Santa Cruz de La Palma el 12 de marzo de 1750 y casó en la Iglesia de San Agustín de Las Palmas con Doña Angela Ferraz de la Guardia, fijando su residencia en La Orotava (Tenerife), donde nacieron José, María Pino, Guillermo y Domingo C. y Ferraz. Este último se trasladó a América, cuando solo contaba veinte años de edad. Después de resider algún tiempo en Montevideo, pasó en 1819 a la Argentina, donde figuró entre los próceres de mayor significación y prestigio en la época inmediata de su emancinpación, acreditando su amplia cultura y competencia en el desempeño de los cargos de Consejero de Estado, Ministro de Gobierno, Diputado por Santa Fe y Gobernador de su provincia en 1838. Fue depuesto de su alto empleo a causa de haberse pronunciado en contra del dictador de la Confederación Argentina General Don Juan Manuel Ortiz de Rozas, quien decretó su fusilamiento. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia C., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento mano es la característica de la familia hacia la vida,