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Este apellido es de origen Galés, sus orígenes se remontan a 1500. El nombre galo, Ievan se transformó en Evan (s) y más tarde se convirtió en la forma utilizada por las clases anglizadas. El apellido John fue traído a Ualía por conquistadores anglo-normandos y la ortografía galesa lo transformó en la forma poética Ioan y este luego cambió a Evan(s). El linaje Evan se extendió en la expansión del Cristianismo y que asimismo con el conocimiento más amplio de la Biblia, los nombres bíblicos de ella se introdujeron en Inglaterra, ganando inmensa e inagotable popularidad. La forma original parece haber sido Jevan, Jevon convirtiéndose más tarde en Evan. Sus derivaciones son múltiples, así tenemos: Evaan, Yefan, Yevan, Yvan, Yveny, Bevan, Ieven entre muchas otras formas; el apellido casó esta actual forma, como se le conoce desde el siglo XV. Hay datos de un John Evans que se encuentra en registros de archivos históricos. Uno de los primeros antecesores de este apellido en América es Floyd Evans, establecido en Maryland. Este es el trigésimo noveno apellido más común en América. Por referencias de historiadores de la época y otras averiguadas por Araldis en los archivos y registros de ciudades y otros privados, podríamos afirmar, que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en la comitiva que acompañaba a los emisarios catalanes de Ramón Berenguer III en las entrevistas de sus aliados imperiales de Federico Barbarroja y de la República de Génova en los pactos contra la República de Pisa en 1.150 a 1.155 que luego fue aliada incondicional, quedando así confirmada que una rama de este linaje tuvo casa solar en España. Las referencias de esta familia parecen precisarse con más frecuencia desde