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Desciende de Don Pelayo Fruela "el Diácono", nacido en el siglo X, Ricohombre de Don Alfonso V y de Don Bermudo III, de quien también descienden los linajes de Cisneros y Flores. Probó su nobleza en todas las Ordenes Militares españolas y enlazó con numerosas familias de la más alta nobleza, alcanzando varios títulos entre los que se destaca el de Duque de Ahumada, concedido con Grandeza de España de primera clase, el 11 de abril de 1836, a Don Pedro G., IV Marqués de las Amarillas. Los historiadores hacen notar acertadamente que no todos los linajes de este apellido tienen un origen común. Lo encontramos en Canarias. Las armas más antiguas son las señaladas en: Heraldica de los apellidos canarios - Tomo primero Lino Chaparro D'Acosta Estudios tecnicos del blason. Los de Canarias traen: En campo de oro, tres jirones d gules; bordura jaquelada de oro y gules, en tres órdenes. Otros traen: Mantelado: primero, de gules, con un castillo de oro, aclarado de azur; segundo, de plata, con un león rampante de gules, coronado, lampasado y armado de oro, y tercero, o manteladura, de oro, con tres jirones de gules, movientes de la punta. Bordura general, de tres órdenes de jaqueles de oro y gules, cargada de cinco escudetes puestos cuatro en los ángulos y uno en punta, con el campo de azur y cinco bezantes de plata puestos en sotuer, cargado cada uno de ellos de un punto de sable. Otros: En plata, un jirón, de gules. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia G., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales. Los esmaltes del arma de los G. pregonan los siguientes valores: el Oro es el símbolo del Sol, origen