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Apellido vascongado. Pasó a Chile. Son sus armas: De plata, con una zarzamora de sinople y pendiente de una de las ramas, uno llares con una caldera de sable, y dos lobos del mismo color que van hacia la caldera. Por referencias de historiadores de la época y otras averiguadas por Araldis en los archivos registrales de ciudades y otros privados, podríamos afirmar, pero no asegurar, que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en la corte personal de Doña Urraca López de Haro, nombrada señora de Estella a primeros del siglo XIII. Las referencias de esta familia parecen precisarse con más frecuencia desde el siglo XV al XIX en especial los hechos de la penetración del protestantismo en Guipúzcoa, formando parte del círculo de amistades de Don Lope de Aguirre y de los "herejes de Durango". Todo ello parece coincidir con la memoria familiar de algunos de los miembros de la rama de la familia Inzunza. Son sus armas: De plata, con una zarzamora de sinople y pendiente de una de las ramas, unos llares con una caldera de sable, y dos lobos del mismo color que van hacia la caldera. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia I., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento caldera es el símbolo de la grandeza. Las copas, jarros y calderas, así como otras vasijas que servían para el manejo de vituallas, eran antiguamente la marca de ricohome en España. Viene su origen del pendón y calderas que entregaban los Reyes a aquellos magnates que consideraban Grandes del Reino, teniendo entre sus facultades privativas, la de levantar y sostener tropas