Español
Patronímico que procede de Aragón. Se extendió por Valencia y Andalucía. En las Cortes de 1510, convocadas por el Rey don Fernando "el Católico", estuvo como hijodalgo Martín Jaime, vecino de Egea de los Caballeros. Guillén J. asistió a las Cortes de 1396, y Juan J., a las de 1592. Este último era vecino de Tarazona e inquisidor. Martín J. y Ponce, vecino de Borja, era Caballero Diputado en 1345. En la villa de Magallón, de la provincia de Zaragoza, tuvo su casal una familia infanzona de este apellido, cuya genealogía conocida comienza en Juan J., que contrajo matrimonio con doña Isabel de Greus y fueron padres de José J. y Greus, que casó con doña Isabel Cebollero, a la que hizo madre de José J. y Cebollero, que continuó viviendo en el casal de Magallón, y queriendo incluirse en el proceso de su hidalguía, puso demanda al fiscal de S. M., alegando su nobleza. El 5 de Octubre de 1774 se le declaró infanzón de sangre, naturaleza y solar conocidos, y Bartolomé J. y Cebollero, que sigue. Este Bartolomé J. y Cebollero, pasó de niño a Francia al lugar de Bourgh, del Valle de Boel, Senescalía de Tolosa, donde tenía unos parientes. Allí se unió en matrimonio con doña Ana Courtete, y tuvieron este hijo Juan J. Courtete, natural de Bourhg, donde casó con doña Bartolomea Brimans, naciendo de esa unión Beltrán J. Brimans, que trasladó su residencia a Teruel. En dicha ciudad contrajo matrimonio con doña María Lorenzana Cibera y fueron padres de Mateo J. Cibera. Otra casa muy antigua. La preclara familia del apellido J. se gloria de traer su orígen y procedencia del rey Don Jaime I de Aragón, llamado el Conquistador. Ruiz Pérez de J., descendiente de dicho rey Don Jaime, fué uno de los