Español
En la ciudad de M. (cuyo nombre tomó), de la provincia de Córdoba. De esta casa procedió el noble Alfonso M., que pasó a la conquista de la ciudad de Játiva (Valencia). Por ser buen soldado, le encomendaron la fortificación y defensa del castillo de la villa de Albaida, y que dividiera las tierras y las repartiese entre los castellanos que allí se encontraban. Dicho caballero dejó descendientes en Valencia, Játiva y Cocentaina. Por referencias de historiadores de la época y otras averiguadas por Araldis en los archivos registrales de ciudades y otros privados, podríamos afirmar, pero no asegurar, que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en la negociación llevada a cabo en el concilio de Palencia en que se anuló el matrimonio de Doña Urraca, reina de Castilla y León desde 1109 a 1126, con Alfonso I el batallador rey de Aragón y Navarra. Todo ello parece coincidir con la memoria familiar de algunos de los miembros de la rama de la familia Montoro. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia M., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales. Los esmaltes del arma de los M. pregonan los siguientes valores: el Oro es el símbolo del Sol, origen de la vida, sus características espirituales corresponden a la fé, clemencia, templanza, caridad y justicia, por otra parte dicho esmalte señala a la familia con la felicidad, el amor, la nobleza y el esplendor, es decir, es el más noble de los metales.