Español
Pertenece este apellido a una antigua familia que tuvo su primitiva casa solar en la villa de Oñate, partido judicial de Vergara, en la provincia de Guipúzcoa. Primero se llamó la Casa de Izurrategui y actualmente se llama de Antuena. Debió descender de la Casa de Garibay por la similitud de sus armas. Otros O. hubo en la misma villa que no procedían de esta casa, sino de la de Idigoras, en la misma localidad y adoptaron el apellido toponímico llamándose O. de Idigoras. De éstos fué Martín de O. Idigoras, vecino de Vitoria, que en 1552 sostuvo pléito con el Concejo sobre su hidalguía, obteniendo sentencia a su favor el 29 de Octubre del mismo año. Los O. de la primitiva casa de Izurrategui se extendieron por Pamplona, Peralta, Mongelos y Olite, todo en Navarra. Martín de O., de la casa de Peralta, ganó ejecutoria de los Reyes de Navarra, don Juan y doña Catalina, el 8 de Abril de 1489. En 1576, Hernando de O. hizo también información de su hidalguía. Más tarde, otro Hernando de O., hijo del anterior y vecino de Olite y de Sigüenza (Guadalajara), repitió la información en 1607. Alfonso de O., su nieto, hizo presentación de estos documentos, en Soria, en 1623. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia O., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento ciervo es el símbolo de prontitud, de ligereza, de temor, y de recelo, no habiendo animal que le iguale en uno y otro. Los esmaltes del arma de los O. pregonan los siguientes valores: el Gules es el símbolo de la fuerza, del poder, del amor ferviente a Dios y al prójimo, tal es el