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Una familia de este apellido moró en la villa de Güesa, del partido judicial de Aoiz, en Navarra, y tuvo rama en Cuba. Juan P., vecino de dicha villa, casó con doña Clara Aparicio Fernández de Heredia, de la que tuvo este hijo Juan José P. y Aparicio, natural de Güesa, que pasó a la Habana y fué en aquella plaza Capitán de Caballos Corazas. Casó allí el 19 de Abril de 1673 con doña Antonia Gática y Guilizasti (hija de Ambrosio Ortiz de Gática y de la Barrera, Capitán de Infantería, Alcalde ordinario y Sargento Mayor interino de la plaza de la Habana, y de doña Lucía Guilizasti y Calvo de la Puerta). Fueron padres de Josefa P. y Gátiva, monja en el convento de Santa Clara de la Habana; María, monja en el mismo convento; Luisa, monja en el convento de Santa Catalina de Sena de dicha ciudad; Nicolasa, fallecida en la Habana el 23 de Febrero de 1736; María Ignacia, fallecida el 22 de Mayo de 1742; Bárbara, que murió el 1 de Febrero de 1768; Catalina, también falledida en la Habana el 20 de Septiembre de 1758; Clara, que casó en la Catedral de aquella ciudad el 30 de Septiembre de 1693 con el Licenciado Nicolás Chirino y Van-de Walle, Abogado de la Real Audiencia y Chancillería de México, Catedrático Regente de Filosofía de la Universidad de aquella ciudad y su Alcalde de Corte, Oidor de la Real Audiencia de Santo Domingo, Procurador General y Alcalde ordinario de la Habana y dos veces Gobernador, en lo político de la isla de Cuba; y Juan Tadeo, Capitán de los Reales Ejércitos.