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Pedro Ibáñez de R. y Martín Martínez de R. eran vecinos de Azpeitia en 1348, y Domingo de R., en 1570. Gabriel y Miguel de R. probaron su hidalguía en Vergara, en 1665, y Felipe de R. en Hernani, en 1667. En 1735, José de R. y Landíbar, vecino de Tafalla, en Navarra, fué reconocido como noble por la Real Audiencia de Pamplona. Era originario de la casa de R., llamada Errecartea, sita en la villa de Larzábal, tambíen en Navarra. Tuvo este apellido su casa solar en Vasco Navarra. Muchos linajes de este apellido probaron su nobleza en las Órdenes de Santiago, Calatrava, Alcántara, Montesa, (corporaciones nacidas para luchar contra los moros, cooperando a la Reconquista, y asegurar el orden, protegiendo a los peregrinos y desvalidos), Carlos III y San Juan de Jerusalén (es una orden religiosa militar fundada en el siglo XI); numerosas veces en las Reales Chancillería de Valladolid y Granada, en la Real Compañía de Guardias Marinas y en la Real Audiencia de Oviedo. Los de Vasco Navarra traen por armas: De oro, con un árbol de sinople, y un oso de sable empinado al tronco. Bordura de gules, con ocho sotueres de oro. Otros traen: En plata, un castillo, de piedra, sobre peñas y acostado de dos leones rampantes, uno a cada lado. Bordura, de gules, con aspas, de oro. Otros: En gules, una torre cuadrada, de oro, con un puente levadizo. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia R., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento árbol (roble, pino, ciprés) significa que la nobleza de la familia es antigua y va asociada con la benignidad y la perseverancia, virtudes supuestas de sus