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Los autores que tratan de esta familia la apellidan S. o Santa Cilia. Unos matienen la primera; otros se aferran a la segunda. Y el caso se repite en las fuentes de información, tanto manuscritas como impresas, que aportan datos de ella. El por qué de esa variante no se explica, y en realidad no hace falta, ya que no acusa diferencia de linaje, sino leve variación en la forma o costumbre de escribir un mismo apellido. Y sin que ello suponga que aceptamos como más correcta la denominación de S., elegimos ésta en el presente estudio para la mayor uniformidad en la mención del apellido. Es muy antiguo, por lo que no es fácil puntualizar su origen. Pudiera ser aragonés y proceder de uno de los dos lugares llamados Santa Cilia (cuyo nombre tomara) que hay en la provincia de Huesca, uno en el partido judicial de esa ciudad y otro en el partido de Jaca, y que el linaje lo llevara a Mallorca, que es donde lo encontramos con mayor antigüedad, alguno de los capitanes que en la conquista de aquella isla sirviera a don Jaime I de Aragón. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia S., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento banda quiere decir que pertenecieron a órdenes militares de caballería. Los esmaltes del arma de los S. pregonan los siguientes valores: la Plata corresponde al símbolo de la Luna, pureza, sinceridad, templanza, clemencia y amabilidad son las características espirituales de la familia, a las que hay que añadir otras como el afán de victoria y éxito y la elocuencia.