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Una casa de este apellido hubo en Guernica (Vizcaya), otra en Hernani (Guipúzcoa) y otra en la villa de Losarcos, del partido de Estella (Navarra). De esta última procedieron Juan José de S. Domingo y sus hijos Francisco e Ignacio de S. Domingo Remírez de Ganuza, que en 1756 fueron reconocodos como nobles por la Real Audiencia de Pamplona. Por referencias de historiadores de la época y otras averiguadas por Araldis en los archivos registrales de ciudades y otros privados, podríamos afirmar, pero no asegurar, que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en la corte personal de Doña Urraca López de Haro, nombrada señora de Estella a primeros del siglo XIII. Todo ello parece coincidir con la memoria familiar de algunos de los miembros de la rama de la familia Santo Domingo. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia S., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento castillo es la característica del dominio feudal, pertenecientes a familias con memoria anterior al siglo XI, es símbolo de autoridad, gobierno y protección. Los esmaltes del arma de los S. pregonan los siguientes valores: el Oro es el símbolo del Sol, origen de la vida, sus características espirituales corresponden a la fé, clemencia, templanza, caridad y justicia, por otra parte dicho esmalte señala a la familia con la felicidad, el amor, la nobleza y el esplendor, es decir, es el más noble de los metales.