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Quien fuera el principal ascendiente y troncal propagador de este ilustre linaje se ignora por su remota antigüedad, siendo por tanto tradicional e inmemorial la nobleza de sus hijos, los cuales han gozado siempre y en todas partes de la consideración y preeminecias correspondientes, a sus lustrosos nacimientos, no siendo la menos esclarecida de sus líneas la que se arraigó y floreció en Asturias. Fué padre de Pedro Rodríguez de T., primero que aparece denominado Tuñon. Vivió reinando doña Urrara y le sucedió su hijo Pelayo Pérez T., que floreció en tiempos del Emperador Alfonso VII. Su hijo Gonzalo Peláez de T., Señor de esta casas, fué ricohombre de Don Fernando II de León. Por estudios hechos por Araldis podemos mencionar que el escudo de más antigüedad del apellido Tuñón es el que se encuentra impreso en el pergamino. Pero hay otros que son, en campo de plata; otros llevan, de gules un pino al natural, con dos cabras, una echada al pie del árbol y otra empinada al tronco. Otros, una venera de plata en jefe, y dos en cada flanco. Con el descubrimiento del Nuevo Mundo, muchos fueron los hombres y mujeres que cruzaron el Atlántico en busca de un nuevo horizonte, y en concreto los que portando el apellido Tuñón extendieron su linaje por América. Así pues, tras nuestra investigación realizada en el Archivo General de Indias donde consta el nombre de los pasajeros que viajaron al Nuevo Mundo, encontramos que Don Benito Tuñón, partió hacia Santo Domingo el, 1 de mayo de 1591. El estudio heráldico familiar nos habla de quienes formaron el orígen de la familia Tuñón pues esta era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales. El escudo de los Tuñón esta formado por: un campo de