Español
Ya por los diversos dialectos de las provincias en que han florecido los caballeros del apellido Campoy; y por las variaciones que introduce en las palabras el trascurso de los siglos; ya principalmente por la variedad con que las descifran y escriben los amanuenses; aparece este apellido, como otros muchos, en las historias genealógicas y antiguos documentos, escrito de varios modos, así Campo, Campos, Campó, Campóo y Campoy. Y consta que los caballeros de este linaje se hallaron en las primera conquistas de España, fundando su casa solariega infanzonada en el lugar de la Llana, valle de Tudela, confinante con el de Mena, en las montañas; circunstancia que por sí sola revela su antiguo esplendor, por ser tan plausibles los honores de que participan los originarios de aquel ilustre suelo, que no necesitan en muchos de sus pueblos de otro distintivo para su notorio lustre y nobleza que el que les da su misma naturaleza, a cuyo mérito concurrió el de sus valerosos hijos desde el principio de la recuperacion de España; siendo tradicion constante en los autores que la espresada casa de Campoy, construida en forma de torre, muy elevada, llamada la Torre de Campó, se ha conservado contra la injuria de los tiempos, y que sus hijos han estado siempre en la posesion de su heredada nobleza e hidalguía de sangre, con la distincion de ser de las casas solariegas de armas poner y pintar, y devengar quinientos sueldos al foro antiguo de España. Son sus armas: Cuartelado; el primero de oro y un castillo de gules y un leon pardo empinante al mismo con una estrella al lado izquierdo de las almenas, que es de Campoy; el segundo partido y medio cortado; primero de plata y media águila de sable, partido de lo mismo y tres