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Privativa del linaje de C. Donlebun, originario de Tapia de Casariego, Figueras y Castropol (Asturias), y una de cuyas líneas descendientes contemporáneas está representada por don Octavio de C. Donlebun y Vázquez, vecino del Pazo de Neira, Páramo (Lugo), casado con doña María Rosa Durán Martínez, en cuyo matrimonio han tenido los siguientes hijos: don Marcelino, don Octavio, don Juan Carlos, doña María Rosa, doña María Teresa, don Máximo, don Ricardo y don Gonzalo. Por referencias de historiadores de la época y otras averiguadas por Araldis en los archivos registrales de ciudades y otros privados, podríamos afirmar, pero no asegurar, que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en el concilio de León de 1020 en el que se reconocía la supremacía de la jurisdicción real sobre los nobles, también esta familia estuvo relacionada con el concilio de Coyanza de 1050 en que se confirmaron las resoluciones del anterior. Todo ello parece coincidir con la memoria familiar de algunos de los miembros de la rama de la familia Cancio Donlebun. Son sus armas: Partido: primero, en plata, un castillo, armado, de su color, almenado, mazonado, de sable y aclarado, de gules, y segundo en gules, un pino, de sinople, pendiente de su tronco un escudo bandeado de plata y azur, resaltado de una espada, de plata, encabada de sable, puesta en palo. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia C., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento castillo es la característica del dominio feudal, pertenecientes a familias con memoria anterior al siglo XI, es símbolo de autoridad, gobierno y protección. Los esmaltes del arma de los C. pregonan los