Español
En los comienzos del siglo XVIII, se establecieron en Canarias los primeros caballeros del apellido C., investidos del importante cargo de Cónsules generale de Su Majestad Cristianísima. Eran procedentes de la provincia de Bearne, en el mediodía de Francia, en cuya Villa de Moumour tenían su Casa solariega, bienes y castillo desde épocas ya muy eremotas. Estaban enlazados en su país con familia ilustres y antiguas, como los de Gassougard, cuyo Jefe era en 1737 Consejero, Secretario y Mayordomo del gran Rey Luis XIV. En Tenerife los C. enlazaron con antiguas e ilustres familias irlandesas de White o Blanco y de Forstall, con las de Villalba, Tolosa y Uriarte. Don Juan Bautista Devigneau-C., heredó en 1775 la Casa de su tío Don Francisco en la isla de Tenerife y en Cédula Real de 18 de diciembre de 1795 obtuvo del Rey de España carta de naturalización y nobleza fue alcalde real de la Villa de Santa Cruz y Santiago. En 26 de febrero de 1770 contrajo matrimonio en la parroquia de la Concepción de Santa Cruz, con Doña María Elena Agustina Blanco y Francis, nacida en le Puerto de la Cruz. Tuvieron un solo hijo, que continúa la línea, Don Enrique Hilario Pablo Juan Bautista Bernardo Francisco Devigneau-C. y Blanco, nacido en Santa Cruz el 14 de enero de 1772. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia C., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento flores está ligada al propio (rosas nombre de la familia y a su probable origen foráneo rosa) (inglés o alemán). Los esmaltes del arma de los C. pregonan los siguientes valores: el Azur corresponde al símbolo del agua, de la continuidad de la vida,