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Carlo-Alberto, rey de Cerdeña, con cartas de patente el 13 de octubre de 1838, otorgado a Cav. Antonio Franzini el título de recuento transmisible para el derecho de nacimiento masculino, y con otras cartas de patente el 19 de diciembre de 1846 se le otorgó el mismo derecho a disponer, mediante escritura entre el testamento en vida y la última voluntad, del título del título a favor de su hermano el senador Pietro Franzini y el descendientes masculinos de esto por orden de nacimiento. Varias familias homónimas se extendieron a diferentes regiones de Italia. La información bibliográfica que se nos transmite se remonta a este linaje del que hemos tomado nota. Otra rama muy importante la encontramos originaria del Bergamasco desde 1200 en la que, a partir de escritos antiguos, la familia parece haber obtenido la nobleza. De hecho, la presencia del lema y el arma en la bibliografía documentada de la familia confirma la nobleza ancestral de la familia. El origen del lema se remonta a alrededor del siglo XIV y debe buscarse en esos dichos ingeniosos que estaban escritos en las pancartas o banderas de los caballeros, que se muestran en las ventanas de las posadas donde se quedaron, durante los torneos y durante los torneos mismos. El lema era un pensamiento expresado en pocas palabras, aludiendo a un sentimiento claro u oculto, a una cualidad, a una memoria histórica, como un estímulo para el coraje o el honor. Fue elegido por el jefe de la familia, por el caballero entrando en la raza o entregado por el soberano a su hombre leal. Lema familiar: Bene docet.