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Nos dice Lizaso, que dentro de los muros de la ciudad de San Sebastián en Guipúzcoa, hubo una casa solar de Latorre, contigua al campanario de la iglesia parroquial de Santa María. Era torre fuerte, antiquísima pobladora de la ciudad y de Cabo de Armería. En lo antiguo tubo en la Mota del Castillo muchas viñas, con casa y lagar. En Vizcaya radicó una casa de La T., en la villa de Carranza, del partido judicial de Valmaseda. Heredó en Cataluña y llevó el contado de Llar. Otra casa hubo en el valle de Carranza. Enlazó con el linaje de Pando y disfrutó del título de Conde de Torre-Pando, familia enlazada con los Condes de Villapaterna, Tobar, San Javier y de la Granja: Marqueses de Miraflores, de Mijares, de Toro, del Moral y de la Regalía y Vizcondes de Altagracia y de San Bernardo. Así lo consigna el Doctor Labayru. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia L., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento águila , que es la más noble de las figuras utilizadas en heráldica, es el símbolo del rey del cielo, emperador de los pájaros, custodia del rayo y su significado es el de la fuerza y poder terrenal por la Gracia de Dios. Los esmaltes del arma de los L. pregonan los siguientes valores: el Gules es el símbolo de la fuerza, del poder, del amor ferviente a Dios y al prójimo, tal es el significado de este esmalte, a lo que habría que añadir el afán de dominio, el coraje, la audacia, la fortaleza y la magnanimidad, un alto porcentaje de este tipo de escudos familiares se dieron por actos de guerra.