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Noble linaje originario de Irlanda. Como otras muchas familias de dicho antiguo reino, vino a España huyendo de la persecución contra los católicos, y fijó su residencia en Bilbao a mediados del siglo XVII. La nobleza de esta rama bilbaína, que ha conservado y conserva el lustre del linaje, fué reconocida en información abierta en Vizcaya a instancia de don Patricio y don Diego M., en 1767, durante el corregimiento político de don José Ignacio Pizarro, siendo diputados generales del Señorío don Domingo Gregorio de Beteluri y don Nicolás José de Landazuri. Posee esta familia actualmente el Marquesado de M. Entroncó con los Zarazolas, Arteches, Olabarrias, Salvideas y otras casas nobles de Vizcaya. Son sus armas: De plata, con tres leopardos (Labayru dice que son leones) andantes y uno sobre otro. Por cimera, un brazo armado con espada en la mano, y al pie este lema: "Sic nos, sic sacra tuemur". El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia M., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales. Los esmaltes del arma de los M. pregonan los siguientes valores: la Plata corresponde al símbolo de la Luna, pureza, sinceridad, templanza, clemencia y amabilidad son las características espirituales de la familia, a las que hay que añadir otras como el afán de victoria y éxito y la elocuencia.