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Corresponde este apellido a una de las nobles familias irlandesas que, perseguidas por sus principios católicos y monárquicos, huyeron de su país y se establecieron en Canarias, al caer la Casa de Estuardo del Trono de Inglaterra. Don Domingo M., Doctor en Medicina, nacido en Waterford y bautizado el 1° de agosto de 1700, se avecindó en la villa de La Orotava, donde hizo informaciones de nobleza el 4 de marzo de 1738. Fue nombrado por el Cabildo de Tenerife, en 3 de abril de 1750, médico de la ciudad de La Laguna, después de haber revalidado su título por Resolución del Consejo de Castilla. Casado con Doña Josefa María Commys y Francis, en el Puerto de la Cruz, fueron padres de siete hijos, el primero de los cuales, Don Ricardo M. y Commyns, que sigue la línea. El segundo, Don Roberto M. y Commyns, que murió en La Habana el 20 de mayo de 1811 tuvo, de su esposa Doña Antonia Gutiérrez y Sánchez, dos hijos: María Josefa y Joaquín. Este, nacido también en La Habana, contrajo matrimonio en Marianao, el 20 de enero de 1806, con su prima hermana Doña Josefa M. y Lenard y fue padre de cuatro hijos: Margarita, Antonia, Cristóbal y Agustín M. y M.. Don Agustín se licenció en Leyes y fue designado Conde de M. el 15 de octubre de 1880. La otra rama de este ilustre apellido, la formó Don Patricio, natural como Don Domingo, de la ciudad de Waterford en Irlanda. Usaron igual blasón heráldico, pues posiblemente pertenecían a un mismo linaje. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia M., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento cruz